Los europarlamentarios debatirán el próximo 21 de noviembre el reglamento de emisiones de CO2 para vehículos comerciales pesados, en el que hasta ahora no se contemplan los combustibles renovables como alternativa tecnológica. La industria de la automovilismo, el transporte de mercancías y viajeros por carretera, los cargadores y el sector de producción, abastecimiento y distribución de combustibles renovables han firmado un manifiesto solicitando el registro de estos combustibles renovables neutros en carbono en el transporte pesado por carretera. «Es fundamental para promover una descarbonización asequible, sostenible, segura y socialmente torneo», aseguran las entidades firmantes.
El manifiesto recoge dos propuestas. En primer espacio, el registro de los Combustibles Neutros en CO2 (igualmente conocidos como combustibles renovables), incluyendo aquellos que cumplan los criterios de la RED. En segundo espacio, la inmersión del Hacedor de Corrección de Carbono como metodología para tener en cuenta la contribución vivo de los combustibles renovables a la reducción de emisiones de CO2; ya que el reglamento propuesto solo toma en consideración las emisiones del tubo de escape y no todo el ciclo de vida de los vehículos, dejando espacio sólo a los propulsores eléctricos de formación y de pila de combustible, y a los motores de hidrógeno.
Actualmente, circulan en Europa unos seis millones de vehículos pesados, y cada año se ponen en servicio 300.000, lo que se traduce en que renovar la flota que hay que descarbonizar tomaría vigésimo primaveras. Por otra parte, en 2021, los vehículos pesados propulsados por diésel representaban el 96% de las ventas. Todo ello pone de relieve, aseguran las entidades firmantes, que el sector del transporte pesado por carretera es mucho más sensible a los costes y la consideración de distintas vías de reducción de emisiones, mucho más necesaria.
Más allá del impacto crematístico en el propio sector, el manifiesto subraya su importancia en la crematística comunitaria, con mención particular a la crematística española, y en el buen funcionamiento del mercado interior de la UE. Esto se debe a que el 77% de las mercancías en Europa se transportan por carretera; en España, la emblema alcanza el 96%. Lo que significa, recalca, que España es mucho más sensible al impacto de costes.
Las asociaciones y entidades firmantes del manifiesto concluyen que no debe excluirse la contribución a la reducción de emisiones de los combustibles neutros en carbono. Se tráfico, afirman, de una existencia en el mercado que puede complementar a las otras alternativas y compensar posibles retrasos en el incremento de los vehículos eléctricos y en la implementación de la infraestructura de recarga.